Hace once años, un joven desarrollador de diecinueve años, llamado Vitalik Buterin, publicó un documento que iba a revolucionar las bases de la tecnología blockchain. Este « White Paper » de Ethereum, que apareció por primera vez en noviembre de 2013, sentó las bases de una nueva era de finanzas y descentralización. Mucho más que un simple prolongamiento de Bitcoin, Ethereum proponía una visión innovadora: un ecosistema programable que permite a aplicaciones autónomas operar sin intermediarios. Hoy, al celebrar el 11º aniversario de este documento, es fundamental reflexionar sobre el impacto colosal de esta iniciativa, sus éxitos y los desafíos que aún le esperan en un sector en constante cambio.