Mientras Wall Street balbucea, Metaplanet, samurái del cripto-yen, apila bitcoins como otros apilan bonos del Tesoro. Michael Saylor aplaude. La Fed tose en su esquina.
Mientras Wall Street balbucea, Metaplanet, samurái del cripto-yen, apila bitcoins como otros apilan bonos del Tesoro. Michael Saylor aplaude. La Fed tose en su esquina.
El XRP está a punto de salir de su letargo. Un estrechamiento extremo de las bandas de Bollinger alerta a los analistas: se está preparando una explosión de volatilidad. Solo queda por saber en qué sentido.
Rusia, un miembro influyente del bloque BRICS, acaba de alcanzar un hito monetario histórico: en febrero, más de la mitad de sus importaciones se han pagado en rublos. Este avance estratégico, confirmado por el Banco Central, se enmarca en una ruptura clara con el sistema dominado por el dólar. Mientras las tensiones con Occidente se intensifican, Moscú reorienta sus intercambios hacia socios considerados "amistosos", lo que redefine así los equilibrios financieros globales y acelera su trayectoria hacia una autonomía económica reforzada.
Mientras el mercado de criptomonedas atraviesa una fase de consolidación, los grandes poseedores de bitcoin – comúnmente llamados «ballenas» – están reforzando masivamente sus posiciones, constituyendo una de las muchas señales alcistas que emergen a finales de abril de 2025.