25 % sobre los coches importados: Trump vuelve a alterar la economía mundial
Donald Trump relanza (¡una vez más!) la guerra comercial. El presidente estadounidense acaba de anunciar un impuesto del 25 % sobre los vehículos importados. Objetivo: proteger la industria automotriz nacional. ¡Una decisión que podría rediseñar el paisaje de la economía global!
Por el bien de la economía, Trump relanza el proteccionismo industrial al 25 %
Para relanzar la economía estadounidense, la administración Trump aplica un impuesto del 25 % sobre las importaciones de vehículos y piezas automotrices. En vigor a partir del 2 de abril, la medida se aplica a:
- los coches;
- los SUV;
- las minivans;
- los camiones ligeros;
- los motores;
- las transmisiones;
- los componentes eléctricos.
Según el comunicado de la Casa Blanca, esta decisión se basa en la Sección 232 de la Ley de Expansión de Comercio de 1962. Esta última invoca un tema de seguridad nacional.
Los números revelan de hecho la magnitud del desequilibrio que afecta naturalmente a la economía estadounidense. En 2024, la mitad de los vehículos vendidos en los Estados Unidos provenían del extranjero. Sin embargo, solo un cuarto del contenido total cumplía con los criterios de «Hecho en América».
Para Trump, esta dependencia compromete la soberanía industrial. Por lo tanto, elige el arma arancelaria para reconfigurar el terreno de juego.
Precisión:
Las empresas ubicadas bajo el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (AEUMC) pueden certificar la parte de contenido estadounidense de sus productos. Solo el valor extranjero será gravado. No obstante, el proceso se anticipa complejo.
La lógica sigue siendo simple: producir más localmente o pagar más.
La revancha del «Hecho en América» pasa por la aduana
Desde 2000, el empleo en la fabricación de piezas automotrices ha disminuido un 34 %. Paralelamente, el déficit comercial en este sector alcanza los 93,5 mil millones de dólares. Trump capitaliza así sobre estos números para justificar su giro arancelario. Su mensaje es claro: reindustrializar, reinvertir y reconquistar.
El proteccionismo económico entra, por tanto, en una nueva fase. La medida busca de hecho forzar a las multinacionales a reconsiderar su cadena de suministro. Las incentivos indirectos se multiplican, como la promesa de ventajas fiscales para los vehículos producidos en los Estados Unidos.
Estudios citados por la Casa Blanca apoyan esta estrategia en favor de la economía. La Comisión de Comercio Internacional, el Atlantic Council y el Economic Policy Institute señalan de hecho los beneficios esperados sobre:
- el empleo;
- la innovación local;
- la resiliencia industrial.
Dicho esto, el riesgo de efectos inflacionarios y de represalias comerciales sigue siendo elevado.
En todo caso, este nuevo impuesto marca un cambio en la política económica estadounidense. Más allá del sector automotriz, Trump aviva el debate sobre la soberanía industrial. Si otros países responden, podría surgir una nueva guerra comercial. El proteccionismo versión 2025 podría, por lo tanto, rediseñar el equilibrio de los intercambios globales.
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Me llamo Ariela y tengo 31 años. Trabajo en el campo de la redacción web desde hace 7 años. Descubrí el trading y las criptomonedas hace solo unos años, pero es un universo que me interesa mucho. Los temas tratados en la plataforma me permiten aprender más. Cantante en mi tiempo libre, también cultivo una gran pasión por la música, la lectura (¡y los animales!)
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