22 106 BTC transferidos a Binance antes del CPI: ¿Simple coincidencia?

Bitcoin tiembla, Binance llena sus arcas, los analistas se pelean… y el CPI asoma su nariz. A la espera de una cifra muy esperada sobre la inflación estadounidense, el mercado cripto burbujea como una olla a punto de desbordarse. Entre los movimientos de precios de Trump, las reservas que se acumulan y los tweets que se disparan, la cuestión se vuelve candente: ¿venta masiva por venir, o preámbulo a una carrera hacia el oro digital?

Binance recibe los BTC: ¿hacia una carrera… o una limpieza?

Mientras Trump ha suspendido los aranceles durante 90 días, una alerta ha llegado de cryptoQuant: en solo 12 días, 22,106 BTC han sido transferidos a Binance, llevando el total a 590,874 BTC. Un gran monto de 1.82 mil millones de dólares más en las arcas de la plataforma, justo antes del anuncio del CPI de marzo. Algunos ven un simple juego de vasos comunicantes, otros, una clara señal de pánico o especulación.

Como resume el colaborador Maartunn:

Esto muestra una fuerte aceleración de las entradas de BTC en Binance. Es probable que los inversionistas estén moviendo activamente sus fondos hacia Binance debido a la incertidumbre macroeconómica.

Y el momento no es trivial: Trump acaba de suspender por 90 días sus aranceles sobre todos los países, excepto China, que recibe un hermoso 125 % de recargo, en respuesta a las represalias comerciales de Pekín.

Resultado inmediato: el precio del bitcoin sube un 8.8 % en 24h, coqueteando con los 82,474 $ en el momento de la redacción. Pero la verdadera pregunta sigue siendo: ¿es este aumento orgánico, o puramente táctico?

CPI, inflación y aranceles: América sopla caliente y frío

Este 10 de abril, Estados Unidos publicará las cifras del Índice de Precios al Consumidor (CPI) de marzo. ¿El consenso? Una inflación general esperada del 2.6 %, frente al 2.8 % en febrero. Una desaceleración que podría hacer las delicias de los bulls.

En X, Matthew Hyland no se anda por las ramas:

El CPI de mañana mostrará probablemente que la inflación cae al 2.5 %.

Pero cuidado con no enterrar la inflación demasiado rápido. Si los precios de la energía han bajado efectivamente, los aumentos de tarifas anunciados por Trump podrían reactivar la maquinaria en abril, especialmente en sectores sensibles a las importaciones chinas, como la confección o la electrónica. Y los economistas de Wells Fargo advierten: «El sentido de la historia es claro.«

El core CPI (sin energía y alimentos) se espera que esté en +0.3 %, con una inflación anual mantenida en 3 %. Material suficiente para alimentar los debates sobre el futuro de las tasas.

Volatilidad previa al CPI: los traders juegan a saltar la cuerda

Mientras tanto, los traders toman posiciones. Algunos llenan sus carteras. Otros llenan Binance. ¿Por qué? Para vender si las cosas van mal. O para comprar más rápido que los demás si explota.

Pero Pav Hundal, analista de Swyftx, prefiere matizar:

Grandes influjos pueden indicar ventas, pero es un mercado muy fluido. Es plausible que Binance esté alimentando sus billeteras calientes frente a una fuerte demanda.

Del lado de la Reserva Federal, predomina la confusión. Según la herramienta CME FedWatch, los traders evalúan en un 33 % la probabilidad de un recorte en mayo, pero en un 63 % la posibilidad de 4 recortes para diciembre. El presidente Jerome Powell, por su parte, se muestra estoico:

No tenemos que apresurarnos. Hay que ver cómo evoluciona todo esto.

Mientras tanto, la Fed observa la divergencia entre la inflación de bienes y servicios. Si los aranceles hacen que las importaciones aumenten, la situación podría cambiar más rápido de lo esperado.

Bitcoin avanza sobre una cuerda floja. Por un lado, la inflación parece estar controlada; por el otro, los aranceles de Trump amenazan con despertarla. Binance, ella, recibe los bitcoins como un cofre de banco suizo bajo esteroides. Entre la anticipación alcista y la prudencia defensiva, los inversionistas malabarean. ¿Y el CPI? Él decidirá. Quizás. O quizás no. Mientras tanto, los dados están echados — pero el juego está lejos de terminar.