Dogecoin pierde relevancia en redes sociales : ¿adiós al hype?

El Dogecoin está experimentando una clara desaceleración, marcada por una disminución del interés entre los inversores y una reducción de la actividad en las redes sociales. Esta tendencia contrasta con la euforia pasada que rodeaba a esta criptomoneda nacida de un simple meme. Según los datos de Santiment, el entusiasmo por el DOGE ha alcanzado un nivel históricamente bajo, lo que refleja una pérdida progresiva de confianza en el mercado. La caída del sentimiento de los inversores, combinada con una reducción significativa de las discusiones en línea, subraya un clima de espera en el que la prudencia parece imponerse sobre la especulación. Sin embargo, este debilitamiento no es unánime. Algunos observadores lo ven como un mínimo del mercado típico, propenso a una recuperación futura. A sus ojos, esta calma podría representar una oportunidad de compra estratégica para los inversores dispuestos a apostar por un posible rebote, siempre que el mercado global recupere una dinámica alcista.

Un creciente desinterés por el Dogecoin en las redes sociales

El sentimiento del mercado en torno al Dogecoin alcanza un punto crítico, con uno de sus niveles más bajos en un año. De acuerdo con los datos de Santiment, la criptomoneda obtiene una puntuación de 1/5, muy por debajo de la del XRP (4/5) y de Solana (4/5). Esta desconfianza se manifiesta especialmente en las redes sociales, donde el volumen de discusiones relacionadas con el DOGE ha disminuido drásticamente en las últimas semanas. Antiguamente impulsado por una comunidad activa y comprometida, el Dogecoin parece hoy estar perdiendo impulso, lo que podría afectar su capacidad para generar un renovado interés en el corto plazo.

Paralelamente a esta caída del sentimiento del mercado, el valor del Dogecoin registra un fuerte retroceso. En el transcurso de un mes, su precio ha caído un 28 %, situándose actualmente en 0,33 $. En los últimos 30 días, la criptomoneda muestra una pérdida del 15,3 %, siguiendo así una tendencia bajista similar a otras memecoins, como Shiba Inu (-15,9 %) y Pepe (-22,2 %). Este desinterés va más allá de los inversores activos. Las búsquedas en Google relacionadas con el Dogecoin se han desplomado un 74 % desde noviembre. Este periodo coincidió con la retirada de una demanda contra Elon Musk y Tesla, acusados de manipular el precio del DOGE a través de sus intervenciones mediáticas. Sin un catalizador importante, la dinámica actual podría persistir, dejando al Dogecoin en una fase de incertidumbre prolongada.

¿Un potencial rebote para los inversores a contracorriente?

Aunque el entusiasmo por el Dogecoin parece estar desvaneciéndose, algunos observadores siguen convencidos de su potencial a largo plazo. Para ellos, esta fase de estancamiento podría preceder a una nueva dinámica alcista. El trader Wizz, seguido por 768,700 suscriptores en X (ex-Twitter), asegura el 6 de enero de 2025 que «el DOGE superará a la mayoría de las grandes criptos en los próximos seis meses». Basando su análisis en una configuración gráfica similar a la observada en noviembre de 2024, un periodo que precedió a un notable rally alcista del Dogecoin.

Por su parte, el analista KrissPax comparte una visión comparable. El 8 de enero de 2025, publica un análisis en X y estima que «el próximo movimiento importante del Dogecoin ocurrirá en 2025». Según él, la consolidación actual del precio recuerda tendencias pasadas, lo que sugiere una posible recuperación del mercado a medio plazo.

Otros expertos van aún más lejos y anticipan un aumento significativo del DOGE para 2025. Algunos prevén un precio entre 3 y 5 dólares, basándose en el indicador del canal de Gauss, una herramienta de análisis técnico utilizada para identificar ciclos de precios y tendencias a largo plazo. Si estas previsiones se confirman, la situación actual podría representar un punto de entrada interesante para los inversores que buscan acumular Dogecoin a precios reducidos. Sin embargo, esta perspectiva sigue estando condicionada a un regreso del interés general por los memecoins y a una recuperación general del mercado de criptomonedas.

El futuro del Dogecoin dependerá en gran medida del regreso de un entusiasmo colectivo y de la evolución del mercado de criptomonedas en su conjunto. Así, la disminución del sentimiento social y el colapso de las búsquedas en Google señalan un marcado desinterés, pero la historia del DOGE muestra que a menudo ha rebotado tras fases similares. Algunos inversores ven esto como una oportunidad de acumulación, mientras que otros temen una lenta erosión de su popularidad. Todo depende ahora de un posible resurgimiento del interés, impulsado por eventos importantes o un retorno a la especulación sobre los memecoins. En este contexto incierto, es necesaria la precaución ante una volatilidad siempre impredecible.